

El problema radica en que estas ayudas van a terminarse y entre los concesionarios y vendedores existe el temor de que las ventas vuelvan a pararse en diciembre si no se prorroga el plan.
El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio estableció como requisitos de operatividad del Plan 2000E cubrir unos fondos de 100 millones de euros, un total de 200.000 operaciones de compra de vehículos de bajo poder contaminante, así como una vigencia máxima hasta el 18 de mayo de 2010, justo cuando se cumpla el primer año de su puesta en marcha.
“Por supuesto que apostamos por la prórroga, pero soy más escéptico en cuanto al inmediato agotamiento de los requisitos del plan actual, ya que hasta agosto se han contabilizado, sobre las 200.000 operaciones previstas, 37.000 cerradas y 15.000 en trámite, y queda todavía margen. Los resultados positivos que ha generado el actual plan ya es motivo más que suficiente para su prórroga, porque los números le salen al Gobierno y a los consumidores. Ganan todos ", comentan profesionales del sector sobre las ayudas que han arbitrado para sus mercados.
Las ventajas de este plan no hay que buscarlas sólo en la reactivación del mercado, sino en el impacto que han tenido en el rejuvenecimiento del parque y sus consecuencias añadidas sobre la protección medioambiental y la seguridad vial, que han sido ejes del programa del actual Gobierno. Este impulso en las ventas y el cambio de tendencia ha paralizado un proceso de pérdida de puestos de trabajo por cierre de establecimientos en los peores momentos de la crisis de mercado y, por ello, dar por acabado el plan implicaría nuevos riesgos de desempleo y tensiones sociales en un sector conformado totalmente por pymes.
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