

Una fusión fría es un término relacionado al área financiera que también es conocido con los nombres de Sistema Institucional de Protección o SIP. Según la definición de la Wikipedia, éste se basa en la consolidación de entidades financieras de crédito con el objetivo de autoprotegerse.
En el caso de la fusión fría, no estamos en presencia de una integración plena y total, sino que se implementará un órgano (común) para su gestión. “La creación del SIP permitirá a las entidades conservar su personalidad jurídica, actividad comercial e identidad corporativa”, publicó el sitio web de Bancaja, una de las entidades que conformarán el ya mencionado SIP, que agregó que también podrán mantener sus órganos de gobierno y su gestión de la obra social.
Por su parte, en una fusión normal o tradicional desaparecerán todas las estructuras existentes, anteriores a la fusión, y se creará una única que será quien se encargue de su administración, informó la página web Diariodemallorca.es. En otras palabras, la entidad más grande absorbería la/s más pequeña/s.
Es importante aclarar que se decidió tratar este tema ya que, en las últimas semanas, se habló mucho sobre la fusión fría que realizarán Bancaja (Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante); Caja Madrid (Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid); Caja Insular de Ahorros de Canarias; Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Ávila; Caixa d’Estalvis Laietana; Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia; y Caja de Ahorros de La Rioja.
Como ya se ha informado a través de este blog de finanzas, el contrato de integración del SIP, que contará con activos de aproximadamente 340.000 millones de euros, será aprobado a fines de julio y ratificado el próximo mes de setiembre.
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