

La falta de experiencia en situaciones de vacas flacas provoca que cualquier medida que se tome para aligerar la situación se convierta en fracaso.Si hace dos semanas, Caja Castilla la Mancha fue la primera entidad rescatada por el Banco de España, ahora nos despertamos con que hay otras siete en la misma tesitura. E
El Gobernador del BE, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, tiene bajo su lupa una serie de entidades financieras que podrían abrir el proceso de reordenación del sector. Aunque no se ha hecho oficial el nombre de las mismas, los medios de comunicación nacionales e internacionales ya se han hecho eco de quiénes son.
Todos indican que Fernández Ordóñez ha filtrado y señalado con el dedo a Caja Duero, Cajasur, Caja Cantabria, Caja Rioja, Caja España, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y Caixa Catalunya.
El desliz y la falta de discreción del Gobernador ya se están intentando maquillar y ya ha sido rotundamente negada la información en un comunicado oficial del Banco de España. La extrañeza también se ha hecho patente en el seno de las cajas de ahorros señaladas, ya que aunque no pueden negar la evidencia y reconocen que la crisis se deja notar en los balances, no de ellas sino de todo el sector, están realizando sus deberes para afrontar la tormenta financiera sin demasiados sobresaltos y sin necesidad de que el Banco de España tenga que adoptar para ellas medidas excepcionales.
No son buenos estos debates. Muchos temen por sus ahorros. Nadie se fía de nadie. Todos se miran con recelo. Será cuestión de semanas comprobar quién lleva razón, si la prensa o las entidades financieras y el Banco de España. Confío en que no sean los medios de comunicación.