A partir de ahora los consumidores deberemos rascarnos aún más nuestros bolsillos cuando vayamos a hacer la compra, ya que Mercadona y El Corte Inglés van a comenzar a cobrar por sus bolsas. Se unen a así a otras grandes cadenas de distribución como Carrefour, Eroski y Caprabo que ya llevan un tiempo cobrando por las bolsas, y adaptándose al Plan Nacional Integrado de Residuos que aprobó el Gobierno en el año 2008 y que pretende reducir el consumo de bolsas de plástico de un único uso en un 50 % en el 2012 y que en el 2018 se hayan eliminado por completo.
Mercadona comienza a cobrar las bolsas en cada uno de sus 1.300 establecimientos a partir de este mismo lunes. Ya lleva un tiempo con esta medida en sus tiendas de Cantabria, Cataluña y Andalucía y ahora la extiende a todo el territorio nacional. El precio de las bolsas será de 2 céntimos de euro para las que son de plástico, 10 céntimos para las bolsas reutilizables y también da la opción de comprar cestas de rafia a 60 céntimos.
Por su parte, El Corte Inglés ha establecido unos precios de 5 céntimos de euro para las bolsas de plástico habituales y de 50 céntimos para las bolsas biodegradables. Esta nueva política de precios, que entrará en vigor el próximo 27 de junio, será aplicable a todos sus centros: 184 establecimientos Opencor, 83 supermercados Supercor y 37 Hipercor.
Este iniciativa es beneficiosa para todos, ya que va a permitir acabar con unas bolsas dañinas para el medio ambiente, pero sin embargo las grandes cadenas también están encantadas en cobrar por estas bolsas, ya que, por un lado, va a permitir unos ingresos extra importantes para las mismas y por otro lado supone un incremento del valor de las compras de un consumidor que ya está suficientemente exprimido. Cabe preguntarse si directamente no se tendría que obligar a estas empresas a vender únicamente bolsas que respeten el medio ambiente y si ellas deberían total o parcialmente asumir ese coste.
El presidente de Mercadona, Juan Roig, ha declarado que esta medida que ha establecido su empresa ha permitido ahorrar 35 millones de euros a nivel estatal, pero está claro que los consumidores no solo no se ahorran sino que ahora pagarán más.