El sector hostelero considera que los efectos de dicha Ley van a ser nefastos para sus negocios, y por ende para la economía y el maltrecho empleo, ya que traerá el cierre de muchos bares y restaurantes así como la consiguiente pérdida de puestos de trabajo y de ingresos para las arcas públicas a través de los impuestos.
Señalan que ya se vieron obligados con la anterior Ley a hacer inversiones millonarias para adaptar sus locales a la nueva normativa, y así poder ofrecer zonas para fumadores y no fumadores. Sus quejas se centran en que, por una parte van a perder muchos de sus clientes fumadores habituales, y, por otra, que hicieron un gasto extra en sus locales para que ahora no se admita zona fumadores. De tal manera, dicen, no van a poder hacer frente a esta nueva situación y muchos tendrán que cerrar.


Cierto es que dicha ley se ha ido aprobando en otros países desde hace varios años, lo que nos muestra que no es tanta la pérdida que han sufrido , y que, al final, tanto los negocios como los usuarios se han ido adaptando a la nueva situación. Habrá que ver en los primeros meses cuál es el impacto en España para poder determinar el alcance de las nuevas medidas para este sector; ya que el sector de la hostelería en España es muy importante porque genera mucho empleo (casi un millón y medio de personas) y supone un 7 % del total del PIB de España. Un sector ya de por si muy afectado por la crisis y que contempla con bastante preocupación la nueva Ley.
Por otro lado habría que destacar que dicha Ley, con una finalidad fundamentalmente sanitaria, busca mejorar la salud de los ciudadanos, intentando que baje el índice de personas fumadores. Desde este punto de vista, eso también afecta a las tabacaleras, estancos, y distintos establecimientos de venta de tabaco ya que la subida de impuestos que trae esta ley , hará que pueda descender el número de consumidores habituales y, por tanto, que bajen los ingresos de dichas empresas.
Desde el punto de vista estatal, también bajarán los ingresos referidos a impuestos del tabaco, aunque en cierta manera eso se intenta compensar por la subida de dichos impuestos. De hecho, gran parte del precio que paguen los fumadores por cada cajetilla irá destianda a los impuestos. Y por otro lado, se busca que con el descenso de fumadores se reduzcan los millonarios costes sanitarios que suponen para el Estado las distintas enfermedades, tratamientos y medicinas relacionados con problemas surgidos directa o indirectamente por el consumo de tabaco.
Sin embargo, será difícil tener en cuenta el posible impacto económico de esta Ley hasta que entre en vigor y se vaya viendo su evolución. Por lo que será importante evaluar a posteriori el impacto real económico y que el Gobierno y y las distintas Administraciones estatales y autonómicas estén abiertas a posibles modificaciones en dicha Ley y de la posibilidad que llegar a acuerdos, si la situación lo requiere, con hosteleros, empresarios y comerciantes.
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si tanto les preocupara la salud cerrarían todos los sitios donde se vende, así que no vengan con tanta demagogía el Gobierno