
Esta situación provoca que los gastos de las distintas administraciones sean un lastre enorme para el país, mientras que la población está cada vez más empobrecida y pagando más impuestos. Está claro que si se eliminaran un gran porcentaje de organismos públicos que existen en España, se podrían obtener muchos más recursos que se podrían utilizar para solventar los problemas que están afectando al país, incluyendo el déficit público, al tiempo que no haría falta subir tanto los impuestos.
Además, hay que tener en cuenta que todas estas personas no contribuyen al crecimiento económico del país, por lo que no se entiende un número tan exagerado de políticos y organismos públicos, en vez de incentivar la creación de empresas, con ayudas a emprendedores que, al final, son los que generan riqueza y empleo en un país.
Pero, ¿cómo se ha llegado a esta situación? Fácil, tan sólo debemos echar un vistazo a los siguientes datos: En España, hay 350 actas de diputado, 208 actas de senador y otras 50 actas de parlamentario europeo. Además, existen 1.186 cargos de diputado autonómico y 68.462 puestos de concejal. Muchos políticos pueden ocupar puestos de dirección o ser miembro del consejo de administración de alguna de las 780 empresas públicas españolas.
En especial, las comunidades autónomas y los ayuntamientos se han convertido en el gran chollo para muchos políticos, el lugar donde encontrar algún puesto y, en muchos casos, a dedo. En España hay 1.375 organismos de todo tipo que dependen de la administración, de los que 219 dependen del Estado, mientras que otros 1.156 son gestionados por las comunidades autónomas.
En el siguiente enlace podemos consultar la lista completa de organismos públicos en España (aunque ya avisamos que la indignación puede ser aún mayor):
Comparto lo dicho en el artedculo. Estamos ante una herramienta de reuocvlif3n 2.0 y esto puede ser el inicio de una cascada de revueltas .Lo que anima es que a trave9s del uso de la TICb4s se catalice la incidenca de la sociedad civil y se rompa con la desidia y conformismo reinante en los faltimos af1os.