Fritz Henderson, el consejero delegado de GM, ha explicado mediante un comunicado, que el grupo estadounidense se ha decidido por estudiar la posible reestructuración de Opel y ha anunciado que en breve presentará un plan concreto al Gobierno alemán. De esta manera, el directivo de GM, que hasta hace poco defendía la opción de la venta a Magna, ha afirmado que son “conscientes de la complejidad y alcance de este asunto, y del agotamiento que ha provocado a todos los afectados”, pero que “desde el principio, nuestro objetivo ha sido asegurarnos la mejor solución a largo plazo para los clientes, empleados, proveedores y concesionarios, y esto es precisamente lo que se refleja en la decisión que hemos adoptado hoy”.
Asimismo, también declaró que entienden que “esta decisión es la más estable y la de menor coste para asegurar el futuro de Opel y de Vauxhall (la otra marca que iba a ser vendida) a largo plazo”.
GM ha comunicado que la decisión final se ha debido a "la mejora de las condiciones de negocio" que se han observado en las últimas semanas, además de la importancia de las dos marcas, Opel y Vauxhall, que estaban en venta.Además, el acuerdo de venta de Opel a Magna incluía un acuerdo que involucraba también al gobierno alemán, según el cual el Alemania ofrecería financiación a la empresa por varios de miles de millones de dólares para acometer la reestructuración, en tanto que Magna se comprometía a invertir 500 millones de dólares. Sin embargo, GM ha optado por quedarse con la filial alemana y acometer su propia reestructuración, en la que estima que acabará invirtiendo unos 3.000 millones de euros.