El fracaso del Plan para el Impuso del Vehículo Eléctrico en España

El Plan para el Impulso del Vehículo Eléctrico en España fue una de las medidas estrella para esta legislatura del Gobierno, y en especial del ministro de Industria, Miguel Sebastián, pero la realidad es que está siendo un absoluto fracaso y, lo que es más importante, está significando un alto coste para cada uno de los contribuyentes. Está muy bien apostar por las energías renovables y ecológicas, pero siempre que tenga algún futuro y sea asumible o rentable.

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AMarcos
viernes, 25 noviembre, 2011
Miguel-Sebastian-Vehículos-eléctricos

Y es que en lo que llevamos de 2011 tan sólo se han matriculado 295 vehículos en toda España. Una cifra ridícula y que se queda muy lejos de las propias estimaciones que había realizado el Gobierno. De hecho, las ventas lejos de mejorar, cada vez van a peor, ya que si el pasado mes de septiembre se matricularon 43 coches eléctricos, en octubre las ventas descendieron a tan sólo 28 unidades. Estos datos demuestran que  en ningún momento se puede justificar el gasto tan grande que conlleva esta apuesta tan arriesgada por este tipo de vehículos.

En lo que llevamos de año se han entregado 72 millones de subvenciones, lo que significa que cada coche vendido está costando a los españoles más de 240.000 euros. Hay que recordar que el Gobierno señaló que el coste para cada contribuyente sería de 8.400 euros, por lo que ha multiplicado por 29 su coste. Un fracaso de plan que, como siempre, pagamos los contribuyentes. Eso sí, Sebastián, lejos de reconocer el fracaso de su apuesta por los coches eléctricos y echar marcha atrás, ha anunciado que aumentará las subvenciones a estos coches eléctricos con una línea extraordinaria de subvenciones a este tipo de vehículo por valor de un millón de euros para todas las solicitudes que se reciban antes del 16 de diciembre, más 49 millones para las solicitudes que tengan lugar el próximo año.

Si sumamos todas las cifras, nos daremos cuenta que el plan va a supone un coste total de 122 millones de euros hasta finales de 2012. Por si fuera poco, estas ampliaciones fueron aprobadas por decreto justo antes de las elecciones, lo que puede llevar a hacer pensar a más de uno si esta insistencia del todavía ministro no tiene que ver más con cuestiones o intereses personales, ya que sino resulta complicado entender cómo se pedir aún más esfuerzo a unos contribuyentes que ya tienen serias dificultades para aguantar en el momento actual, como para encima hacerles pagar aún más por un plan que ha demostrado ser un absoluto fracaso.

Por mucho dinero que se invierta, los coches eléctricos siguen siendo muy caros (aún con la subvención), su autonomía es mínima y además eso de que son tan ecológicos no es del todo cierto, ya que si bien ellos no contaminan tanto como un coche normal, la electricidad que se usa para recargarlos proviene de quemar gas, carbón o centrales nucleares en la mayoría de los casos. Ante este panorama, el ciudadano medio ni se plantea adquirir uno.

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